En el marco del segundo juicio por el secuestro y asesinato de la niña Candela Sol Rodríguez, el fiscal del caso, Mario Ferrario, pidió la pena de prisión perpetua para Miguel «Mameluco» Villalba, el informante Héctor «El Topo» Moreira y el policía bonaerense Sergio Chazarreta.
El instructor concluyó que «Mameluco» ordenó el secuestro de la niña para vengarse de su padre, Alfredo Rodríguez, convencido que mientras estaba preso por un delito de «piratas del asfalto» lo había delatado a la Policía Federal.
A Moreira y Chazarreta le adjudican el secuestro de la niña y al primero, el papel de haber acusado a Rodríguez de ser el «buchón». Junto a Villalba fueron acusados del delito de «privación ilegal de la libertad agravada por ser una menor de edad la víctima, por haber sido cometida de forma coactiva y seguida de muerte».
En cuanto al cuarto hombre que llegó como acusado a este segundo juicio por el crimen cometido en agosto de 2011, el carpintero Néstor Ramón Altamirano, Ferrario se abstuvo de acusarlo, por lo que se estima que terminará absuelto.
Mientras «Mameluco» llegó a este juicio preso por narcotráfico, el fiscal pidió la detención de los otros dos acusados, lo que fue rechazado por el tribunal, al considerar que estuvieron a derecho.
En su declaración, Villalba había dicho: “Quiero que este hecho termine de una vez por todas, que entiendan mi dolor. Yo soy padre, tengo un hijo de la edad de Candela y hace trece años tengo esta mochila. Juro por la vida de mis hijos que me duele. Lamento que la madre se haya bajado de este juicio, me hubiera gustado que esté acá porque creo que le hubiera dado paz a ella y a la criatura. Todos los que somos padres tenemos derecho a sentir, querer y llorar por nuestros hijos”.
La madre de Candela renunció a la querella en pleno juicio con duras acusaciones contra el Ministerio Público Fiscal. “Lejos de darnos esperanza de hallar justicia lo único que han hecho es sumirnos en la oscuridad y producirnos todavía más dolor, dirigiendo sus embates contra nuestra familia”, había dicho.
El Caso Candela
El episodio que derivó en el conmocionarte crimen se inició cerca de las 15:30 del 22 de agosto de 2011, en la esquina de la casa en la que vivía, situada en Coraceros y Bustamante, de Villa Tesei, partido de Hurlingham.
Ese día Candela planeaba encontrarse con amigas de su grupo de Scouts. Sin embargo, mientras las esperaba parada en esa esquina fue abordada por al menos tres personas, que la ingresaron por la fuerza a una camioneta Ford EcoSport negra, cuya patente trasera estaba cubierta, y se la llevaron hasta una vivienda de Loma Hermosa, partido de Tres de Febrero.
La madrugada del 29 de agosto, ante un inminente allanamiento policial, Candela fue llevada hasta otro domicilio, situado en Kiernan 992 de Villa Tesei, donde se cree que, entre la noche de ese día y la mañana del 30, fue abusada y asfixiada por el ya condenado Hugo Bermúdez.
De la pesquisa surgió que el cuerpo de la víctima fue lavado para ocultar rastros antes de ser abandonado en una bolsa de consorcio arrojada a la vera de la Autopista del Oeste, también en Hurlingham.
Entre los elementos de prueba obtenidos en la causa, surgió que la camioneta en la que la niña fue secuestrada había sido provista por el expolicía Chazarreta y que estaba registrada a nombre de su pareja, quien es a la vez sobrina del “buchón” Moreira.
También se determinó que el primer domicilio en el que Candela estuvo cautiva era del “Topo” Moreira -a quien la niña conocía porque era cercano a su papá-, mientras que la segunda vivienda a la que la llevaron previo a matarla estaba deshabitada y fue provista por el carpintero Altamirano, quien se encargó de supervisar el cautiverio, según la acusación.
Para el fiscal, el cambio de domicilio se llevó a cabo luego de que el expolicía bonaerense Chazarreta advirtiera a sus cómplices que las fuerzas de seguridad estaban por allanar la casa de Moreira. “El traslado fue ante el inminente arribo de la prevención al lugar donde retenían y ocultaban a la menor, cosa que efectivamente ocurrió el 30 de agosto del 2011”, explicó el fiscal en el requerimiento de elevación a juicio.
Finalmente, el 31 de agosto, entre las 13:30 y las 15:20, el cuerpo de la niña fue abandonado a la vera de la calle Cellini, a metros de colectora de la Autopista del Oeste.
Por el mismo delito, en agosto de 2017 fueron condenados a prisión perpetua Bermúdez y Leonardo Jara, mientras que un tercer hombre, Fabián Gómez, recibió una pena de cuatro años de encierro como “partícipe secundario” de la “privación ilegal de la libertad” de la niña.