Alarma por el alza de la pobreza: “Moreno y La Matanza componen el conglomerado que más está sufriendo esta situación”

En el Conurbano bonaerense, más de la mitad de las personas son pobres.

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Los datos de pobreza publicados este miércoles por el Indec son alarmantes; sobre todo, si se pone el ojo sobre el Conurbano bonaerense. A nivel nacional, el 42 por ciento de las personas quedaron por debajo de la línea de pobreza, al cierre del segundo semestre de 2020. En los partidos del Gran Buenos Aires, el porcentaje se eleva al 51%.

Se trata de 6,3 millones de personas, sobre un total de 12 millones a nivel nacional; es decir, que el 53% de los pobres de Argentina viven en el Conurbano bonaerense. De la misma forma, la tasa de indigencia creció al 15,2% en el Conurbano, casi un 50% más que el 10,5% registrado a nivel nacional. Así las cosas, de los 3 millones de indigentes que hay en el país, 1,9 millones viven en los partidos del GBA; un alarmante 63%.

Si bien el Indec no especifica por partidos, se puede inferir que buena parte de esas personas se ubican en el Oeste del Conurbano. Juan Tevez, dirigente social del MTE La Matanza, apuntó a No Ficción: “Moreno y La Matanza componen el conglomerado pobre que más está sufriendo esta situación, por la densidad, por la extensión territorial, por la falta de políticas públicas en términos estructurales, por el vacío que dejó en las comunidades el cierre de las escuelas y por la falta de articulación de los municipios en cuanto a políticas públicas”.

Sobre el último punto, Tevez aclaró: “Hay una leve diferencia en Moreno, donde la gestión de Mariel Fernández ha puesto más el ojo en trabajar con las organizaciones y con la Iglesia. Pero son distritos en los que los trabajadores viven de la economía informal. En el segundo y tercer cordón de La Matanza, de Casanova a Virrey del Pino, casi un 70% de trabajadores que viven de la economía popular o de changas o salteados. A eso, si se le suma el combo de la pandemia, da como resultado el salto de 250 y 300% en la asistencia alimentaria. A los 15 días de empezada la pandemia, en los comedores pasamos de darle de comer a 50 personas, a darle de comer a 350 personas”.

El dirigente afirmó que “en los últimos meses, había vuelto a funcionar un poco la rueda”, pero en los últimos días “volvieron las familias enteras a los comedores”. “El piso quedó elevado; de las 350 personas que llegamos a asistir, bajó a 100 u 80, pero no a las 50 que había antes. En el mundo del reciclado se ve también claramente: hoy, es casi la misma cantidad de recicladores formales que los nuevos; es decir, hay una nueva camada de recicladores”, alertó.

“Desde el MTE, planteamos hace rato la implementación del Salario Universal, pero es una batalla casi perdida. Hoy, casi el 40% de los trabajadores pertenecen a la economía popular y ese número no va a bajar. El mercado no va a volver a absorber a todos los que dejó afuera. Por eso, planteamos que haya una mirada de desarrollo y fortalecimiento de la economía popular o vamos a tener un nuevo piso de 4 millones de indigentes. Para esto, hay que tomar medidas más duras y de confrontación. El único que puede parar una catástrofe así es el Estado, no hay muchas más salidas”, finalizó.

Jorge Ceballos, Secretario General del Movimiento Libres del Sur en la provincia de Buenos Aires, explicó a este medio: “Lamentablemente, teníamos una percepción de esta situación, por el trabajo que hacemos en la zona, donde nos aparecían nuevos pobres. Gente calificada, hasta profesionales, que quedaron sin ingresos. Es doloroso ver esto. Los nuevos pobres, junto con los jubilados, son las principales víctimas”.

“Los jubilados, que componen el sector social y etario que aportó la gran cantidad de víctimas de coronavirus, perdieron también con la inflación y el Estado se ahorró 100 mil millones de pesos. Achicaron gastos en el marco de la negociación con el FMI y el resultado fue que mucha gente quedó a la deriva. Es una situación dramática”, apuntó Ceballos.

El dirigente remarcó que “lleva décadas el tema de la pobreza, pero no siempre fue así”. Hoy, “la pobreza es hereditaria, no hay movilidad ascendente”, por lo cual “si bien va a bajar, se va a consolidar en un piso más alto del que había”.

Finalmente, Ceballos advirtió que esta situación “es un fracaso de toda la dirigencia política, sindical, mediática, empresaria” y que para salir de la misma “debe haber un crecimiento por la vía del trabajo”. “No hay solución incrementando cada vez más los subsidios; es el parche para el ajuste. Tenemos que pensar en un país con crecimiento a partir de la generación de trabajo. Tenemos que entrar en un plan de crecimiento”, concluyó.

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