Santiago Cafiero, en el homenaje al Padre Bachi: “Tenemos que redoblar esfuerzos por los que menos tienen”

El Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, encabezó el acto conmemorativo del sacerdote fallecido el último mes, víctima del Covid-19.

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“Al Padre Bachi (1968-2020), quien trabajó incansablemente acompañando con amor a nuestras pibas y nuestros pibes. ¡Que cuide esta institución!”. Es la leyenda que reza la placa conmemorativa descubierta este martes por el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, en homenaje a la labor comunitaria del sacerdote Basilicio Britez, a un mes de su fallecimiento.

Además de Cafiero, participaron del acto el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Oscar Ojea, y la titular de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (SeDroNAr), Gabriela Torres. La iniciativa fue de la SeDroNAr con el fin de “poner en valor su inmensa labor pastoral al servicio de los más vulnerables, entre la que se destaca la apertura de espacios comunitarios para alojar a jóvenes con consumos problemáticos y en situación de calle”, comunicaron desde el organismo.

Entre lágrimas, participaron del acto también un grupo de jóvenes de las casas comunitarias impulsadas por Bachi y sacerdotes en la opción por los pobres. Además, estuvieron el subsecretario de Medios Públicos, Francisco Meritello; la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza; los obispos Fernando Maletti, Eduardo García y Gustavo Carrara; los sacerdotes Lorenzo “Toto” de Vedia, Nicolás Angelotti, Daniel Echeverría y “Pepe” Di Paola, además de los familiares del Padre Bachi y funcionarios y trabajadores de SeDroNAr.

“Lo conocimos a Bachi con el Presidente (Alberto Fernández) hace poco tiempo, pero su testimonio, su entrega, el amor con el que hablaba y cómo manifestaba el horizonte que pretendía para su comunidad, nos conmovió a ambos”, dijo Cafiero.

“Cuando una persona tan maravillosa, que deja huella, que combate con las injusticias en lugar de administrarlas, nos deja, queda un vacío que nos obliga a redoblar nuestros esfuerzos. Tenemos que tomar ese testimonio de vida, entrega y amor y redoblar el compromiso que tenemos con nuestro pueblo, con los que más lo necesitan y con los que peor la pasan”, agregó el jefe de Gabinete.

Por su parte, la secretaria Torres expresó: “Acá estamos todos, la familia de Bachi, la comunidad de Bachi, la iglesia de Bachi, los amigos y todos los que nos comprometemos con un proyecto de país diferente, que nos incluya a todos. Y a nosotros nos va a quedar siempre su legado, su capacidad de amar, de actuar sin juzgar y de tener paciencia con las personas”.

Desde SeDroNAr, describieron a Bachi como “el párroco de la comunidad de San Roque González y compañeros mártires en el barrio Almafuerte, conocido como Villa Palito, en la diócesis de San Justo, el lugar que lo vio crecer”, al tiempo que recordaron la “organización comunitaria que incluyó obras de infraestructura básica, comedor, escuela de oficios y casas comunitarias para dar contención y un propósito de vida a las y los jóvenes con consumos problemáticos de sustancias”.

El 29 de agosto último, Bachi falleció víctima del Covid-19, luego de permanecer internado dos meses en la clínica San Camilo. “Es el partido que yo decidí jugar, que fue estar del lado de la gente, acompañándola en estos momentos tan particulares, y no estar en la comodidad de mi casa. Pero, bueno, la voluntad de Dios es que, en estos momentos, yo esté en el banco de suplentes”, fue su reflexión a poco de ser internado.

Al recordarlo, monseñor Ojea destacó: “Hace poquito, Bachi cumplió 25 años de cura y lo celebró con una alegría impresionante, haciendo un agradecimiento a todo su barrio, a toda su parroquia. Hoy, acá, están presentes los pibes y las pibas que él tenía y llevaba en el corazón. A nosotros, nos deja una herencia muy importante, una responsabilidad muy grande”.

EL LEGADO DEL PADRE BACHI

Bachi nació en Villa Rica, Paraguay, el 14 de junio de 1968 y su familia se trasladó a la Argentina cuando Bachi tenía apenas dos años. Recién llegado al país, vivió junto a sus padres, en una villa de emergencia cercana al Club de Golf de las Barrancas de Belgrano, en la ciudad de Buenos Aires.

En 1997, Bachi fue ordenado sacerdote, y dos años después, nombrado párroco de la Iglesia de Villa Palito. Desde ese momento, trabajó incansablemente por la urbanización del barrio, que logró concretar en 2005 con la ayuda del ex presidente Néstor Kirchner.

Luego, estableció el Hogar del Buen Samaritano, para la recuperación de adicciones de los jóvenes más vulnerables. “Todo empezó en 2008, cuando un pibe se acercó a pedirle ayuda, en momentos en que el consumo de paco era fuerte en el barrio, y el padre Bachi le abrió las puertas de su casa, dispuesto a tenderle una mano. A partir de ese momento comenzó a recibir día a día a más jóvenes que se acercaban buscando alguien que los escuche y los aloje”, recordó durante el homenaje Ricardo Daniel Romero, coordinador del Hogar del Buen Samaritano. Y agregó: “Empezó poniendo un colchón en el comedor de su casa para uno, después sumó otro, y otro más, y enseguida el lugar les quedó chico y hubo que buscar algo más grande para los pibes”.

Una obra tesonera, la del Padre, construida cuerpo a cuerpo, pero también con método y mucha organización de trabajo. Con esos ingredientes, el Hogar del Buen Samaritano coordina seis espacios que integran la Red Federal de dispositivos de SeDroNAr: dos en Isidro Casanova, la casa ‘San Miguel’ para varones y ‘Mamá Antula’, para mujeres con hijos; ‘Cura Brochero’, en Virrey del Pino; y ‘Padre Mugica’, de Villa Luzuriaga; además de la casa ‘Nuestra Señora del Buen Viajero’, en el partido de Hurlingham. Entre todas alojan a más de 300 personas que se encuentran cumpliendo distintas fases de su proceso de tratamiento.

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