Pasillos desolados y góndolas desbordadas. Como pocas veces se ha visto, el Mercado Central de Tapiales está cada vez menos concurrido. “En lo que va del año hubo una caída de las ventas del 44%” frente a igual período de 2017, expresó a No Ficción Fabián Zeta, presidente de la Cámara de Operadores Mayoristas Frutihortícolas del Mercado Central (Comafru).
Las imágenes hablan por sí solas: cada vez menos personas van a buscar precios al Mercado Central. Y la crisis impactó de lleno en el empleo: “Hay entre mil y mil cien puestos de trabajo menos”, reveló Zeta al graficar que “las changas se redujeron un 30%, los cooperativistas tuvieron un descenso terrible y también se despidieron empleados de puesto”.
La caída de la actividad económica en el Mercado Central se debe al aumento del alquiler, los servicios, la importación indiscriminada y la suba de los precios minoristas. “Está ingresando mucho producto importado, como la papa que en nuestro país sobra y nos están metiendo papa de Brasil”, detalló el presidente de Comafru.
«Nos están metiendo papa de Brasil»
Zeta explicó que el rol de los supermercados como formadores de precios hace que los minoristas sigan sus importes de referencia. “Suben los precios, mueven a los minoristas y caen las ventas”, precisó. La cadena termina cuando las compras bajan y los comerciantes del barrio ya no van con regularidad al Mercado Central.
Consultado por No Ficción, el secretario General de la Cámara Argentina de la Actividad Frutihortícola, Raúl Giboudot, contó que el problema es nacional: “Hay poca demanda y una disparada de precios minorista que nos pega mal”. Por ahora no hay indicios de que la situación repunte. En julio, según la CAME, las ventas minoristas de alimentos y bebidas bajaron 3,7% anual y acumulan una caída de 1,5% en los primeros siete meses del año.
