Menéndez bendijo a la nueva conducción de la UNO y dio otro revés a los Othacehé

Luego de años de conflictos y judicialización de la política primó el consenso hacia la normalización de la casa de estudios. Una  demostración de fuerza del jefe comunal merlense.

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La Universidad Nacional del Oeste entró en el camino de la normalización luego de años de conflictos judiciales y políticos. El viernes 27 asumieron Roberto Gallo y Daniel Blanco como rector y vicerrector de la Casa de Altos Estudios. El intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, estuvo en el acto y se erigió como el dirigente que legitimó a las flamantes autoridades. El encuentro, además, contó con la presencia de una decena de jefes comunales del PJ de la región.

La fórmula Gallo – Blanco se ungió el pasado 13 de octubre en la asamblea universitaria realizada en la biblioteca de la Sede Jujuy, en la que también estuvo Menéndez como veedor. Tanto Gallo como Blanco habían llegado a esa instancia con dos propuestas diferentes: el entonces decano Gallo lo hizo acompañado de Carlos Arrúa y su propuesta incluía “votar por una UNO diferente” en donde “no impere el miedo a perder el trabajo”, al mismo tiempo que impulsaban “una fluida relación con todas las instituciones como el municipio de Merlo”; el binomio representado por Gallo y Marcelo Ducrós, en cambio, sostenía seguir “defendiendo la autonomía universitaria” para no “volver atrás”.

Unidad hacia adelante

Ante el temor del regreso del ex rector depuesto Martín Othacehé, primó el consenso entre los asambleístas, hubo lista de unidad y los 60 representantes de los tres claustros (docentes, no docentes y estudiantes) avalaron por unanimidad el acuerdo.

Llegar a esta instancia no fue fácil: el 4 de octubre otra asamblea universitaria había expulsado por segunda vez al ex rector Martín Othacehé, quien había sido repuesto en su cargo por orden de la Sala II de la Cámara Federal de San Martín que cuestionó la asamblea llevada adelante el 13 de agosto de 2016 en la que habían echado al hijo de Raúl El Vasco Othacehé, el ex intendente de Merlo, por cometer varias irregularidades en el manejo de la institución.

El temor de la comunidad educativa de la UNO no era infundado. Hernán Piotti López, quien supo ser mano derecha de Othacehé en la universidad, fue visto merodeando en los pasillos del Ministerio de Educación de Nación esos días en que la justicia jugó a favor de los intereses del ex Barón del Conurbano. La iniciativa no era inocente y buscaba el apoyo político del ministerio en el que acababa de recalar Alejandro Finocchiaro.

Una vez electo, Gallo no demoró en reunirse con la secretaria de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, Danya Tavela; el Director Nacional de Desarrollo Universitario y Voluntariado, Pablo Domenichini; y el presidente del Consejo Interuniversitario Nacional, Rodolfo Tecchi, quienes convalidaron su cargo y la asamblea del 13 de octubre.

Liderazgo regional

La impronta de Menéndez terminó por cerrar la posibilidad de que El Vasco recuperara la universidad y para no dejar dudas de que la política torció el brazo de la justicia, estuvieron presentes en la Sede Centenario de la UNO, en San Antonio de Padua, los Intendentes Alberto Descalzo de Ituzaingó, Santiago Maggiotti de Navarro, Ricardo Curutchet de Marcos Paz, Santiago Nardini de Malvinas Argentinas, Gabriel Katopodis de San Martín, Juan Zabaleta de Hurlingham y Javier Osuna de Las Heras; todos fieles al jefe comunal de Merlo.

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