La subestación de Edenor prevista para mejorar el servicio en la zona generaría radiación electromagnética, pero la obra ya fue aprobada por la secretaria de Medio Ambiente de La Matanza, el HCD y el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS). La misma funcionará a 300 metros de otra construcción que quedó paralizada a instancias de la gobernadora María Eugenia Vidal: el hospital Néstor Kirchner.
“Van a poner dos transformadores de 132 kilovatios, que como está comprobado genera contaminación y produce enfermedades y malformaciones”, explicó a No Ficción Daniel Toro, referente de Vecinos del 24.700 contra La contaminación de Laferrere.
Por su parte, un funcionario municipal que trabaja día a día en las problemáticas de la localidad, explicó que “el servicio de electricidad en la zona está colapsado. Algo hay que hacer, más si queremos abrir un hospital”. La fuente relató que ya hay varias en el municipio y “que son declaradas de utilizad pública”. Para el funcionario los vecinos tienen que comprender que “esto no es Atucha, es una subestación”.
Incompatibles
La contaminación electromagnética es la presencia de diversas formas de energía que por su magnitud y tiempo de exposición pueden producir daño a las personas, ecosistemas u otros bienes. En términos humanos: trastornos, malformaciones o cáncer. Según diversos especialistas, a partir de los 132 KV los trasformadores son considerados de alta tensión. En la subestación que realiza Edenor en Laferrere proyectan instalar dos.

Toro relató que se enteraron de la obra “los primeros días de junio” cuando notaron que “había máquinas operando de manera clandestina e ilegal en el predio”. Los vecinos basan esta denuncia en que una subestación no sólo debe ser anunciada públicamente sino que tiene que haber un llamado para su licitación en dos medios de gran tirada. Y en este caso, según denuncian, no ocurrió.
La organización hizo presentaciones a la Secretaría de Medio Ambiente de La Matanza, a la Provincia de Buenos Aires, al ENRE y Edenor solicitando que frenen la obra y presentando como prueba el Informe Ezpeleta (Subestación Sobral) y Berazategui (Subestación Rigolleau) del Programa Ambiental de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP).
Una de las conclusiones del informe de la UNLP fue recomendar “no habilitar el funcionamiento de subestaciones y cableados de alta tensión a menos de 200 metros de los moradores del lugar”. Sin embargo, hay vecinos que viven a menos de una cuadra de la obra, y lo paradójico es que a 300 metros habrá, si es que aparecen los fondos, un hospital materno infantil.
En tanto, fuentes municipales justificaron la aprobación: “la subestación no se encuentra en la vía pública por lo que sólo fue requerido un permiso municipal por el electroducto. Además, la mayor parte de su recorrido está sobre la Ruta 3, que es jurisdicción nacional y sólo unas 10 cuadras se meten en el distrito. Ese expediente ingresó al Concejo donde fue aprobado”, señaló,