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Juan y Daniel son hermanos. Tienen 57 y 61 años, respectivamente. Viven en un barrio carenciado, a dos cuadras del Hospital Paroissien, en La Matanza. Sobreviven a partir de lo que pueden encontrar en la basura: cartones, botellas, plásticos. El sábado último, un fuerte viento tiró abajo lo que quedaba de la precaria casilla donde vivían.
Sin techo y sin paredes, viven ahora a la intemperie. Unas chapas sujetadas con tirantes es lo único que los protege del viento y de las bajas temperaturas. Pese a la insistencia de los vecinos, la ayuda estatal no llega.
Débora, una vecina del barrio, contó la situación a No Ficción: “Los conozco de toda la vida. Les paso una vianda para que puedan comer algo, pero se necesita una ayuda urgente. Uno de ellos se enfermó hace unos días y otra vecina le compró los medicamentos”.
“Vino alguien que se supone es de la delegación de Isidro Casanova, les pidió los documentos y les dijo que se iba a ocupar. Pero nunca más volvió. No pueden seguir viviendo en ese patio, en esas condiciones”, relató la vecina.
Débora se hizo presente en la delegación municipal de Casanova, donde le dijeron que no tenían registros del caso y le dieron una bolsa de alimentos y un par de frazadas.
“No tienen pensión ni planes. Es completamente inhumano. Se supone que van a hacer un análisis ambiental, que no sé cuándo lo harán. Se necesita con urgencia hacerles por lo menos una pieza para que puedan dormir bajo techo”, finalizó.
