A dos meses del crimen de Lucas Verón, el joven del barrio matancero de Villa Scasso asesinado a balazos en julio por dos agentes de la Bonaerense, sus familiares y amigos se movilizaron esta mañana para exigirle a la justicia que no les conceda el pedido de prisión domiciliaria a los dos oficiales imputados.
“Ayer nos enteramos que los policías (Ezequiel Benitez y Cintia Duarte) solicitaron la prisión domiciliaria y venimos a pedir que no se la den”, declaró a No Ficción Cinthia, la hermana de Lucas. La manifestación se llevó adelante en las calles Florencio Varela y Marcón, a las puertas de la sede del Juzgado de Garantías 1 de La Matanza, a cargo de Mary Mabel Castillo.
“Fuimos recibidos y nos dijeron que no les van a dar el arresto domiciliarios, así que nos quedamos tranquilos, estas basuras que mataron a mi hermano no pueden estar en la casa, tienen que estar en un penal“, se expresó la hermana de la víctima, quien adelantó que ayer pudo acceder a las cámaras de seguridad que registraron los momentos previos al crimen.
“Con mis abogados vimos la cámara que enfoca a Lucas y a su amigo en la moto y el patrullero que viene a toda velocidad. La policía de un primer momento sabía todo y lo quisieron tapar”, contó Cinthia. Las imágenes forman parte de la investigación a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios de La Matanza.
EL CRIMEN DE LUCAS VERÓN
El asesinato del joven de 18 años ocurrió el sábado 11 de julio, en el barrio Villa Scasso, en la localidad de González Catán. Los investigadores detallaron que el muchacho volvía con su amigo de 17 años, apodado “Moneda”, en una moto y por razones que todavía no fueron dilucidadas comenzaron a ser perseguidos por el Comando de Prevención Comunitaria, ocupado por la pareja de policías.
Según detallaron fuentes judiciales a Infobae, el patrullero impactó por detrás al vehículo en el que iban Verón y “Moneda”, quienes automáticamente cayeron al piso. Según consta en el testimonio del sobreviviente, Benítez descendió y efectuó dos disparos que terminaron con la vida de Lucas.
Benítez, de 33 años, es empleado del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires desde 2015. Antes había trabajado para el Ejército Argentino de acuerdo a sus registros previsionales. Duarte tiene 26 años y es policía desde el mismo año que Benítez.
