Dos hombres y dos mujeres. Ellas los emborrachaban y ellos los robaban. Con una modalidad tan básica como efectiva, la banda de ladrones realizó una serie de entraderas en varias viviendas de Ituzaingó. Tras cuatro meses de investigación, la policía logró detenerlos.
Fueron al menos cuatro robos a casas bajo la modalidad “canto de sirenas y entradera”. El último, a un hombre con problemas motrices. Según detalló la agencia Télam, el hombre había contratado a una de las mujeres de la banda como empleada de limpieza. Con las llaves de la vivienda de la calle Cameruchi, del barrio San Alberto, en su poder, la mujer facilitó la entrada del resto de la banda, que se llevó dinero en efectivo y objetos de valor.
El fiscal 2 de Ituzaingó, Patricio Ventrichelli, comandó la investigación a partir de ese hecho. Cuatro meses más tarde, la policía logró individualizar a los responsables, al obtener imágenes de las cámaras de seguridad del Municipio.
Ventrichelli solicitó los allanamientos en cinco viviendas de Ituzaingó, situadas en Thornes al 1800, Mirave al 1700, Martín Rodríguez al 2000, Videla al 1900 y Posta de Pardo y Colombia.
Al profundizar la investigación, las autoridades dieron cuenta de delitos de similares características cometidos en la zona. En uno de estos, las mujeres sedujeron y emborracharon a un hombre para que sus cómplices pudieran robarle la casa del barrio Aeronáutico, también de Ituzaingó.
Tras ser detenidos, los cuatro acusados se negaron a declarar ante el fiscal Ventrichelli.