“Es consecuencia de la inacción por parte del Ejecutivo y de la poca voluntad del oficialismo en el Consejo para resolver las necesidades educativas del distrito”, explicó a NoFicciónWeb Martín Marinucci, el referente local del diputado Sergio Massa, al justificar la sorpresiva renuncia de César Viotti, presidente del Consejo; Juan Pablo Rodal, tesorero; y Sergio Basconcuelos, a cargo de la Comisión de Infraestructura.
El concejal Marinucci, que ayer asumió como vocal en el directorio del Organismo de Control de Energía Eléctrica de la Provincia de Buenos Aires (OCEBA), analizó que “el intendente no cumplió ni siquiera con las cuestiones más simples como la de generar cuadrillas en las UGC para que las escuelas tengan una inmediata atención ante cualquier urgencia”.
En la renuncia, los consejeros aclararon que buscan la renovación de la conducción y que van a “seguir trabajando desde las bancas por la institucionalidad y el funcionamiento de este cuerpo” ya que agotaron “todas las instancias de diálogo ante el Ejecutivo provincial y el municipal a fin de obtener recursos para solucionar tanto los problemas que recibimos como los que surgieron en el año 2016, pero solo tuvimos respuestas vagas y ninguna solución concreta”.
“Gestionamos y no somos escuchados, coordinamos pero no ejecutan, administramos fondos y recursos que no alcanzan. Aún no sabemos si por desinterés en la escuela y la educación pública, o por mezquindad política. Frente a lo primero, nos permitimos recomendarles que comiencen a interesarse. Y en caso de ser lo segundo, esperamos que nuestra renuncia les quite razón para la inacción en que están sumidos y comiencen a trabajar por la educación pública”, concluyeron.
Ahora, tanto el macrismo como el Frente para la Victoria deberán definir quién se hace cargo de la conducción del organismo. Quizá, ambos espacios puedan ponerse de acuerdo como lo hicieron a fin del año pasado en el Concejo Deliberante cuando el kirchnerismo apoyó el aumento del 35% de las tasas y, como contrapartida, el macrismo dio su voto positivo para aprobar el presupuesto y la Rendición de Cuentas de 2015, que estaba bajo la lupa del Tribunal de Cuentas.
El acuerdo incluyó la aprobación por parte del macrismo de la readecuación de partidas que Lucas Ghi hiciera en su último año de gestión. La medida más cuestionada por el bloque massista fue el cheque en blanco que el Frente para la Victoria le dio al oficialismo para que el Ejecutivo pueda fijar provisoriamente el revalúo fiscal sobre las partidas de las propiedades, mientras la Provincia no defina el porcentaje.
