El Fitito Made In Tres de Febrero: la historia de Caseros y el Fiat 600, el auto con el que aprendieron a manejar los argentinos

El 8 de abril de 1960 se produjo el primero de los 300.000 que se hicieron en el país hasta el año 1982. La historia del coche por el que hoy se llega a pedir hasta 9 mil USD.

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Año 1959 en la Argentina. El entonces presidente de la Nacion, el radical Arturo Frondizi, cumplía un año de mandato con el objetivo principal de que se radiquen empresas multinacionales en el país para impulsar el desarrollo. Hubo varias, que a pesar de no haber logrado el objetivo final, se quedaron y siguieron produciendo. Es el caso de Fiat, que invirtió 4,5 millones de dólares e instaló una fábrica en Caseros, partido de Tres de Febrero.

De aquella planta salieron muchos vehículos, pero hubo uno que marcó la historia del municipio para siempre: el Fiat 600, que en el barrio es conocido como El Fitito. El 8 de abril de 1960 se produjo el primero de los 300.000 que se hicieron hasta el año 1982 y dicen los que saben que fue el coche “con el que los argentinos aprendieron a manejar”.

Lo cierto es que el Fiat 600 comenzó a comercializarse en Italia y luego en Europa en 1955, en plena posguerra y cuando el viejo continente intentaba salir de la crisis. La idea con el Fitito fue competirle a Volkswagen, que había lanzado el modelo Beetle, el mítico Escarabajo, conocido como el “automóvil del pueblo”: cuatro plazas, dos puertas, dimensiones pequeñas, alto rendimiento y hecho para perdurar.

Según el portal Zonales, el Fitito made in Tres de Febrero tenía un motor de 633 cilindradas con 28 caballos de fuerza. Para 1962 Fiat levantó un polo productivo con mayor capacidad en El Palomar, muy cerca de Caseros, y realizó algunos cambios en la gama, principalmente en el motor, que creció a 767 centímetros cúbicos de cilindrada y aumentó la potencia hasta los 32 caballos.

Las versiones D, E, R y S se produjeron en el país hasta 1982, con una cilindrada de hasta 860 cc y una velocidad máxima de 125 kilómetros por hora. Fueron los últimos que se hicieron en el país, pero que todavía se los ve circular por las calles del conurbano y la Ciudad de Buenos Aires. No parece, pero ya pasaron 40 años de que se discontinúo lo producción, lo que los volvió autos de colección.

Hoy, quien quiera darse el lujo de comprarse un Fitito debe pensar en sumas que van de los $400.000 hasta los $900.000, pero también están los que, al haberlos cuidado tanto, solo se desprenden de ellos por dólares y piden cerca de USD 9.000.

Si bien la historia del Fitito con Tres de Febrero siempre estuvo presente, el intendente Diego Valenzuela, que tiene una réplica en el palacio municipal, envió una ordenanza al Concejo Deliberante para declarar al 8 de abril como el Día del Trabajo y la Producción local en homenaje a todas las empresas y compañías locales que día a día ayudan a mejorar el distrito y la vida de sus vecinos y trabajadores. El anuncio del mandatario se hizo en la ex fábrica de Fiat, en Wenceslao de Tata 5401, donde hoy funciona la empresa de autopartes Expoyer S.A.

En esa jornada del 8 de abril pasado, el intendente estuvo acompañado por Aldo Rosati, ex gerente de Calidad de FIAT, quien aseguró que “el nacimiento de la empresa en Tres de Febrero es grandioso, porque permitió que todo el Municipio crezca y se desarrolle. De hecho, la mayoría de las viviendas se levantaron alrededor de la fábrica y trabajamos con muchos proveedores del distrito”. Allí también se anunció la intención de crear un “museo del Fitito” en Tres de Febrero.

Cuando el Fitito se retiró del mercado tenía el récord de haber producciones de Fiat, con casi 300.000 unidades vendidas. Algo que recién pudo se superado en 2016 cuando el Siena llegó a producir 550.373 ejemplares entre 1997 y 2016.

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