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Di Castelnuovo busca dar el batacazo: “Si soy intendente quiero que los chorros tengan miedo de venir a Ituzaingó”

Gastón di Castelnuovo es uno de los pocos referentes de Juntos por el Cambio del Conurbano Bonaerense que se impuso en las PASO, a pesar de haber llevado en su boleta a Horacio Rodríguez Larreta como candidato a presidente. Por unos cientos de votos, ambas listas locales del macrismo se alzaron con el triunfo en un Ituzaingó donde Pablo Descalzo, busca retener el poder tras 28 años ininterrumpidos de gobierno por parte de su padre, el eterno Barón del oeste, Alberto Descalzo

En diálogo con No Ficción Entrevistas, el aspirante del PRO a la intendencia destacó que de convertirse en el nuevo jefe comunal, su prioridad será mejorar la seguridad, la salud y traer a Ituzaingó las obras pendientes para que todos los vecinos tengan cloacas y agua corriente.

– Juntos por el Cambio ganó en Ituzaingó, ¿se pudo ordenar internamente?

– Ganamos fruto de un trabajo que venimos haciendo en Ituzaingó hace 8 años, presentándole a los vecinos una alternativa con propuestas, no solamente un trabajo desde la oposición, sino lo que queremos hacer para mejorar Ituzaingó y resolver los problemas que venimos arrastrando hace 28 años con la misma conducción municipal. Después de la interna, nuestro espacio se ordenó, nos juntamos con los distintos actores que representaban a la otra lista y hoy estamos trabajando todos juntos por el mismo objetivo: mejorar la calidad de vida a los vecinos, mejorar nuestro barrio, nuestro entorno y tener un nuevo intendente después de 28 años, que no es poco. 

– ¿Cómo impacta en lo local que a nivel nacional el oficialismo haya elegido a Javier Milei para confrontar? 

– Creo que Milei es una creación del kirchnerismo y de este gobierno, en principio para restarnos votos, desde una alternativa de derecha, que se le terminó un poco yendo de las manos. Creían que iba a sacar menos votos, que no iba a penetrar en los barrios populares, que fue donde más votos terminó sacando. Eligen polarizar con él porque al presentar una alternativa tan extrema se ven más cómodos, creyendo que tiene más posibilidad de ganar. Pero creo que en realidad, por otro lado, la polarización del kirchnerismo, del Frente de Todos o Unión por la Patria es Juntos por el Cambio. Presentamos diputados, senadores y tenemos una alternativa seria y una posibilidad concreta de gobernar y de poder empezar a resolver los problemas que arrastramos hace 40 años en Argentina. Milei no tiene ningún tipo de chances porque aún ganando no va a poder imponer nada. No va a tener diputados, ni senadores, ni gobernadores, ni intendentes y sabemos que en democracia sin todo eso es muy difícil gobernar. Ya le pasó a Mauricio Macri que tenía mucha más estructura que Milei y aún así no pudo hacer los cambios que necesitamos porque no teníamos las mayorías en el Congreso. 

– Se impuso que tras las PASO, Patricia Bullrich se desinfló ¿Coincidís?

– Todo esto fue orquestado por el gobierno para confrontar con Milei. Por lo menos es llamativo que en el Conurbano, sin tener fiscales, te duren las boletas todo el día. Nosotros nos la pasamos reponiendo y las de Milei no las tocaba nadie. Cuanto menos es sospechoso, por eso decimos que hay un armado en connivencia con el gobierno. No sé si Patricia se desinfló, lo que creo es que se infló Milei después de la elección. Hubo una sorpresa, algo que las encuestadoras no vaticinaban, todos le daban 10 puntos menos y el resultado de las elecciones lo que terminó haciendo fue inflarlo. Ahora creo que Milei se está desinflando y la que está creciendo es Patricia.

– ¿Qué opinión te merece el fenómeno Milei? 

– Es la respuesta de la sociedad a la insatisfacción que genera la política, que hace 40 años que viene hablando de temas que no son los que nos importan. Llevamos 40 años de democracia y la educación, la seguridad y la infraestructura viene en decadencia. Seguimos sin cloacas, sin agua. La política no solo que no dio respuestas, sino que inventó problemas que no teníamos: impusieron una agenda de problemas, entre comillas, que para la sociedad argentina no eran prioritarios y la sociedad salió a buscar algo distinto. Creo que no es una buena alternativa, aunque supo interpretar ese descontento. Ahora, de una manera mucho más centrada y con posibilidades concretas de empezar a cambiar esto, habla Patricia, lo que pasa que como ya fuimos gobierno, a la sociedad a veces le cuesta creer, pero hay que entender que no teníamos mayoría. Entonces, los cambios en el Código Procesal Penal, la baja de la ley de imputabilidad, la reforma laboral y un montón de otros proyectos que hemos presentado no los pudimos aprobar. Pero ahora vamos a poder hacerlo porque vamos a tener mayoría. 

– En las PASO, hubo fuertes encontronazos entre el oficialismo y sectores afines a Milei… ¿Hubo hechos de violencia contra ustedes?

– Sí, nos tajearon carteles, los afiches no nos duran, nos descuelgan pasacalles y demás. Uno aprende a convivir con eso. Tratamos de reducirlo al mínimo, llamamos la atención enseguida, nos comunicamos con el oficialismo para pedirle que no haya problemas, pero siguen ocurriendo. Lo de Milei creo que fue un chispazo puntual, con gente que no era de Ituzaingó, cuando vino una candidata a diputada de ese espacio y generaron una provocación. Eso fue una muestra de lo que la gente no quiere: ya no hay lugar para fanatismos, no quiere más piñas, no quiere más trompadas, la gente quiere que le resuelvan los problemas.

– Si te convertís en intendente, ¿cuáles son las prioridades?

– Hay muchas prioridades en un mismo nivel. En algunas, el intendente tiene más injerencia y en otras menos. Ahora, la prioridad es el agua y las cloacas. Hay que gestionar, pedir y traer esas obras que dependen del gobierno nacional. La principal crítica es: 28 años de gobierno local, 24 años de gobernador, 22 años de presidente de tu espacio político y… ¿no pudieron traer estas obras tan necesarias que son del siglo pasado? un distrito totalmente urbanizado, que no tenemos zonas rurales, donde es una obra que va de corrido, de punta a punta, y no la pudieron completar. Esa es la principal demanda que tenemos en cuanto a infraestructura. Por otro lado, en todos los barrios nos reclaman mayor seguridad, y ahí sí se puede trabajar mucho desde el municipio, pero depende sobre todo de una decisión política y nosotros tenemos esa decisión. Si soy intendente quiero que los chorros tengan miedo de venir a Ituzaingó y que los vecinos vivan tranquilos. Vamos a hacer todo lo posible para que eso ocurra.

– ¿Cómo?

– Invirtiendo en cámaras, hoy tenemos un tercio de las cámaras que deberíamos tener; hacer un anillo digital lector de patentes; cámaras con reconocimiento facial; cámaras a las que se le pueden cargar parámetros de búsqueda; volver a tener los corredores seguros; los centros comerciales con policía local caminándolos, recorriéndolos; con un plan específico de seguridad para estos corredores, los accesos a las escuelas y su entorno, el espacio público. Necesitamos volver a eso, reforzar el patrullaje. A nivel municipal, sumando móviles, pero además subiéndole un policía al que se le paguen horas extras para transformar ese móvil en un patrullero; trayendo programas que están en funcionamiento hace muchos años y con muy buenos resultados en otros municipios como Ojos en Alerta. Nosotros presentamos ese proyecto en el 2018, hace casi 5 años, y el municipio recién suscribió al convenio en diciembre y recién ahora lo están poniendo en marcha. Nos perdimos 5 años de un programa que realmente mejora la seguridad, pero que también compromete al municipio a dar una respuesta a las denuncias que hacen los vecinos. Creo que lo dilatan porque no tienen la capacidad de dar esa respuesta. 

– ¿Y respecto a la salud?

– Otra de las prioridades es el acceso a la salud. Hoy tenemos 6 salitas, porque perdimos una; el intendente entregó el hospitalito de Brandsen a la administración sanitaria de la Provincia para que funcione la Región Sanitaria Séptima. Vamos a recuperar el hospitalito; vamos a tener un horario extendido en todas las salitas hasta las 8 de la noche para que el vecino pueda atenderse en su barrio y vamos a sumar especialidades, las que tienen más demanda, de manera rotativa y a tener un médico de cabecera en cada una de las salitas. Hoy están cerrando a las 2, 3 de la tarde y no tienen especialidades. Después, seguiremos empujando y gestionando para que el hospital del PAMI, el hospital del Bicentenario, abra sus puertas plenamente en Ituzaingó y funcionen los consultorios, los centros de imagen, el laboratorio, los diagnósticos así la gente también puede acceder a un hospital, haciendo hincapié en la salita de atención primaria que es donde se puede resolver hasta el 80% de los casos que termina llegando una guardia del hospital. 

– Muchas de esas cuestiones están bajo la órbita provincial… 

– Sí, el manejo de la policía, por ejemplo, pero uno puede tomar la decisión de invertir en cámaras. Los municipios que lo hicieron bajaron notablemente los índices de seguridad: Tres de Febrero, San Miguel o Vicente López, tuvieron decisión política y mejoraron la seguridad, a pesar de la Provincia, del ministro de Seguridad y de la Policía Bonaerense. Entonces, trabajando en conjunto con la Policía, con los comisarios, controlándolos, que se sientan presionados y, sobre todo, el plan de inversión que mencionaba antes. 

– ¿Y respecto a la producción?

– Tenemos un plan de desarrollo productivo. Queremos que Ituzaingó genere puestos de trabajo para que los vecinos y sus hijos pueda trabajar acá. Queremos potenciar todo lo bueno que tiene Ituzaingó: Martín Fierro de punta a punta; queremos empresas de tecnología, de desarrollo, de prestaciones de servicios que puedan venir a instalarse a Ituzaingó y que el municipio les ofrezca distintos beneficios que lo hagan tentador, más allá de su entorno, pero que tengan una fácil habilitación. No vamos a cobrar más trámites de habilitación, no vamos a cobrar seguridad e higiene hasta que las empresas estén trabajando y generando plata. Estoy hablando desde un kiosco hasta una fábrica. Hoy tenemos un déficit en salud, ya sea en lo público como en lo privado. Tenemos una sola clínica que era lo que era la vieja clínica Dávila y algunos consultorios sueltos. Queremos que venga un sanatorio grande que se pueda instalar en la autopista, sobre el Acceso Oeste y pueda abarcar todo el corredor oeste. Queremos darles beneficios, ayudarlos a desembarcar, generando muchísimos puestos de trabajo, pero además resolviéndole un problema a los vecinos que hoy tienen obras sociales o preparas y se terminan yendo a Ramos Mejía, Morón, zona norte o a la Ciudad de Buenos Aires. 

– ¿Pablo Descalzo es la continuidad de Alberto? ¿Qué desafíos tenés al enfrentarlo?

– Por supuesto que es un desafío porque es enfrentarse a una maquinaria municipal que viene trabajando hace 28 años. En cuanto a lo que ofrecen creo que es un maquillaje. Es lo mismo pero con otro nombre, son las mismas personas las que están gestionando, son los mismos equipos, inclusive el intendente va a ser el primer candidato a concejal, o sea que eventualmente puede seguir siendo intendente. Creo que no ofrecen nada nuevo, que la alternativa la estamos ofreciendo nosotros a través de nuestras propuestas en las cuales tratamos de interpretar mejor la demanda que tienen los vecinos. Ellos nos prometen que van a resolver problemas que en 28 años no resolvieron.

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