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Candela II: Van a juicio el narco Mameluco y un ex policía de la Bonaerense por el crimen de la nena

La justicia de Morón se encamina a resolver, de una vez por todas, el crimen de Candela Sol Rodríguez, la nena de 11 años secuestrada y asesinada en 2011 en Hurlingham. Hace dos años, el TOC 3 condenó a tres sospechosos por el caso y habilitó a que se siga investigando a otros sospechosos: ahora, la Cámara de Apelaciones rechazó los pedidos de las defensas y avanza así el juicio oral contra Miguel Ángel “Mameluco” Villalba, el ex policía Sergio Chazarreta, el buche de la Bonaerense Héctor “El Topo” Moreyra y el carpintero Néstor Altamirano.

De esta manera, los jueces Fernando Bellido, Fabián Cardoso y Diego Grau de la Sala I de la Cámara de Apelaciones, convalidaron el pedido del fiscal de la causa, Mario Ferrario, y rechazaron los pedidos de sobreseimiento que habían presentado los defensores de los cuatro acusados, quienes habían apelado la decisión del fiscal de elevar esta segunda parte de la causa a juicio.

Mameluco Villalba

Se presume que el instigador del crimen de la nena fue el narco “Mameluco” Villalba, de 56 años, quien habría encomendado el secuestro motivado por una venganza en contradel padre de la víctima, Juancho Rodríguez, quien estaba preso por una causa de piratería del asfalto. Por esos días, Mameluco había sido detenido y se cree que responsabilizó por su caída a Rodríguez.

Maleluco cumple una condena a 27 años de prisión en el penal de Rawson por narcotráfico y lavado de activos.

Los restantes acusados

Por su parte, el carpintero Altamirano, de 59, está acusado de haber franqueado la casa de Kiernan 992, en Villa Tesei, donde se comprobó que la niña estuvo cautiva unas horas el 29 de agosto, siete días después de que la víctima fuera levantada de las inmediaciones de su casa, en Bustamante y Coraceros. Se sospecha también que durante ese lapso el hombre alimentó a Candela.

Respecto al policía Chazarreta, de 52, se estableció su vínculo con la camioneta Ecosport, dominio FLA 198, con la que fue abordada y raptada la nena. En la causa figura que el vehículo pertenece a Alicia del Carmen Cádiz, la mujer de Chazarreta, quien a su vez es sobrina de Moreira. Luego, ese vehículo se dirigió hacia la zona de San Martín donde operaba la banda narcopolicial sospechada de estar detrás del caso.

El “informante” de la policía Moreyra, de 50, está acusado de haber sido una pieza clave en la organización del secuestro y de llevar y traer información entre los investigadores y los implicados en el caso. El ex jefe de la Superintendencia de Investigaciones de la Bonaerense, Norberto Castronuovo, reconoció que Moreyra era una de sus fuentes. Por eso, según argumentó el jefe policial, en esos días en que el país buscaba dar con el paradero de la nena se registraron varios contactos telefónicos entre ambos.

El caso: Candela II

Los jueces del TOC 3 de Morón dieron por probado que ese 22 de agosto Candela fue raptada en una camioneta EcoSport negra en Villa Tesei, Hurlingham, y de allí fue trasladada a San Martín, donde la ocultaron en un asentamiento. Se supone que acorralados por los investigadores, los delincuentes decidieron llevarla nuevamente a Hurlingham: primero a la casa de Kiernan 992, donde fue hallado ADN de la víctima, y luego fue entregada a Hugo Bermúdez para que la asesinara. Después, borró pruebas en la casa de su suegra y descartó el cadáver sobre la colectora de la autopista, a pocas cuadras de allí.

En el primer juicio Bermúdez y Leonardo Jara fueron condenados a prisión perpetua por los delitos de privación ilegal de la libertad coactiva seguida de muerte. Este último fue el autor del llamado extorsivo que recibió la familia de la víctima. Fabián Gómez, en tanto, recibió una pena menor de cuatro años por haber aportado parte de la logística para esconder a la niña en la casa de Kiernan.

Al parecer, quedaron fuera de análisis en este segundo juicio la actitud que tuvieron los funcionarios judiciales que estuvieron a cargo en un primer momento del caso: el juez de Garantías Alfredo Meade, quien ya se jubiló; el fiscal general Federico Nieva Woodgate, suspendido de su cargo pero por otro episodio; y el fiscal Marcelo Tavolaro, desde cuyo despacho se habrían cometido varias irregularidades y delitos para poder validar ciertas pruebas.

Redacción: