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La agente de la Policía Federal Belén Elizabeth Aquino, de 29 años, y su hijo de un año, Thian, fueron encontrados muertos de un balazo cada uno este miércoles a la madrugada. Hasta el momento, todos los indicios hacen presumir que se trató de un homicidio seguido por suicidio ya que el lugar no tenía sus ingresos forzados y en la escena se encontró la pistola reglamentaria de la mujer. Ahora, los investigadores tratan de establecer si una ex pareja de la uniformada, que había sido denunciada por ella por violencia de género, tuvo que ver de alguna manera con el caso.
Todo ocurrió en una casa en Antequera 1555, en el barrio Pompeya, en el partido de Merlo. El hecho fue advertido por la madre de la mujer policía que vive la parte delantera de la vivienda y escuchó los balazos. Al acercarse al dormitorio de su hija, se encontró con ambos cadáveres, por lo que llamó inmediatamente a la policía.
“Si bien la mujer no dejó ninguna carta, por las frases y las imágenes de sus estados de WhatsApp podría presumirse que se trató de un homicidio seguido de suicidio. Ahora estamos esperando la apertura de su teléfono celular para ver si hubo un episodio previo que amerite seguir investigando”, explicó una fuente judicial a No Ficción.
El vocero agregó que se busca determinar si el caso está, o no, relacionado con una reciente pareja que había tenido Belén, a quien lo denunció por violencia de género y contaba con una restricción perimetral. “Es que hay muchas maneras de someter a las víctimas. No solo violencia física, sino también hostigamiento económico y psicológico; y queremos ver si ocurrió algo de esto”, añadió la fuente.
Por otro lado, se estableció que el padre de la criatura actualmente está detenido en el penal de Florencio Varela por delitos tales como robo, encubrimiento y tentativa de homicidio.
La causa es investigada por la UFI N° 5 de Morón, a cargo de Claudio Oviedo, quien deberá determinar qué fue lo que ocurrió.
