A dos años del crimen de Máximo “Pepe” Escalada, el bebé que fue atropellado por un vecino alcoholizado mientras jugaba en la vereda de su casa en Hurlingham, sus familiares y allegados realizaron un emotivo encuentro para recordarlo en el mismo lugar donde ocurrió el hecho.
“Nos reunimos donde está su estrellita, donde lo mataron. Fue una jornada muy sensible entre amigos, familiares y vecinos. El sentimiento siempre es el mismo. El miso dolor. La ausencia de él. La pérdida. Estuvimos pintando su estrellita con quienes vinieron a compartir la tarde con nosotros”, describió Mara, la madre de Máximo, a No Ficción.
El encuentro se llevó adelante en Álvarez Prado 4391, entre Tigre y Juan de Lángara, en Barrio Mitre, donde en la tarde del 27 de septiembre de 2016 Ezequiel Hermosilla, entonces de 18 años, atropelló a Máximo que jugaba a la pelota con su hermana. Un rato antes, Hermosilla, quien vivía al lado de la familia Escalada, había estado lavando el auto de su papá hasta que en un momento, sin contar con licencia de conducir, se fue con el coche a dar vueltas por el barrio.
En el camino, Hermosilla invitó a un amigo de 16 años a ser parte de la “peligrosa aventura”. Minutos más tarde, el joven perdió el control, chocó con dos autos estacionados, se subió a la vereda y atropelló al bebé de apenas un año y ocho meses. La víctima fue llevada de urgencia al hospital Posadas por su familia, donde finalmente falleció por las heridas sufridas.
En octubre del año pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 2 de Morón condenó a Hermosilla a 9 años de prisión por homicidio simple con dolo eventual. En febrero de este año, la Sala 3 del Tribunal de Casación Penal bonaerense aceptó revisar el fallo. Es que el abogado defensor, Luis Carpaneto, pidió el cambio de caratula a homicidio culposo.